Los pies son muy importantes para nuestro día a día, siendo fundamentales para nuestro andar, y son la parte más expuesta a infecciones y enfermedades. No muchas personas suelen considerar estos aspectos, y descuidan considerablemente el bienestar de los pies. Esto puede conllevar a numerosas afecciones. Por fortuna, te ofrecemos tratamiento para callos, así como para otras afecciones del pie.

¿Qué son los callos?

Cómo se diagnostica un callo

Los callos son el engrosamiento de la piel por distintas causas, puede ser debido al estar constantemente descalzo, por la fricción de la tela de los calcetines o un mal uso de zapatos. No tiene que ser necesariamente por una patología. Por lo cual, cualquiera puede ser afectado por ellos en un punto de su vidas.

Sin embargo, no hay de qué alarmarse en caso de que los tengas, ya que el tratamiento para callos es sumamente accesible. De hecho, este se puede aplicar de manera autónoma dependiendo del estado del callo.

¿Cómo se diagnostica un callo?

Antes de iniciar un tratamiento para callos, es importante tener un diagnóstico, ya que puede confundirse con enfermedades que causan una sintomatología parecida. Como suele ser el caso de las ampollas y verrugas.

El principal método de diagnóstico es el de extraer un poco de la piel endurecida. Ya que, cuando se trata de un callo, al retirarla no hay sangrado, ni la apreciación de puntos negros. Con lo cual podemos asegurarnos de que estamos en presencia de uno e iniciar nuestro tratamiento para callos.

Tratamiento para callos ¿Cómo son?

El primer paso en lograr un tratamiento para callos exitoso, es el hecho de corregir las posibles causas de aparición. Tal como puede ser el uso de calzado incómodo, y los calcetines que causen mucha fricción.

En caso de su persistencia, se puede tomar dos alternativas para el tratamiento para callos. Para esto se puede ir con un especialista o hacerlo de forma casera. Siendo la primera la opción cuando ya no hay más nada que hacer y no se trata de una mal cuidado, si no, lo contrario, algo más grave.

Tratamiento para callos caseros

Los tratamientos para callos caseros constan de métodos sencillos, y accesibles para el alcance de cualquiera. Puedes limar la zona afectada, humectar los pies o incluso remojarlos para eliminar las durezas que suelen aparecer a causa de resequedad. Por lo cual, lo más recomendable para hacerlos desaparecer es humedecerlos.

Qué son los callos

También existe el uso de plantillas y cremas para su eliminación, con los cuales no se necesita la prescripción médica y pueden ser aplicadas con total naturalidad, sin tener efectos colaterales indeseados.

Tratamientos para callos con expertos

El tratamiento para callos en donde se necesita la intervención de un especialista es la quiropedia, que es donde se eliminan las callosidades que suelen aparecer en las cercanías de las uñas, con el fin de evitar su agravamiento.

En general, es necesario que es un especialista sea el encargado de realizar el tratamiento para callos cuando se trata de una extracción o eliminación del tejido, con el fin de evitar infecciones bacterianas o incluso fúngicas.

 Callicida

Los callicida es un tratamiento para callos altamente químico, y del cual, no se recomienda usar en casa, pues este se utiliza únicamente en clínicas podológicas especializadas que sepan cómo maniobrar con el mismo.

Se trata de un líquido que quema los callos afectados, y si no se tiene cuidado puede causar grandes quemaduras y deterioros en la piel por ser un tratamiento para callos con el cual pueden ocurrir accidentes graves si no se tiene un buen cuidado.

Recomendaciones para evitar los callos

Tratamiento para callos

Como puedes ver, existen formas sumamente sencillas para evitar la aparición de esta indeseada condición, y es la de usar buen calzado, con el fin de evitar que la piel se engrose. También te recomendamos tener un control mensual con un podólogo, de manera que estés al tanto de la salud de tus pies.

Después de lo anterior, se debe llevar una buena higiene en los pies, y hay que mantenerlos hidratados con cremas humectantes, para evitar que se resequen. De igual forma, existe el uso de plantillas y parches especiales, con los cuales se pueden incluso tratar, y permiten tener una mayor comodidad a la hora de caminar.